La convivencia diaria durante la hospitalización y la consulta externa prolongada con los pacientes enfermos de leucemia, nos convierte en amigos. Por desgracia, no todos logran la curación y en los momentos difíciles ante la recaída de la enfermedad o las complicaciones mortales, este cuento sobre la vida y la muerte permite al paciente, a la familia y al amigo, aceptar la partida, despedirse dulcemente y guardar un recuerdo grato.